martes, 22 de diciembre de 2009

Anécdotas y Argumentos desde la ignorancia

Hola a todos, ¿cómo están? este sitio ha estado muy tranquilo, casi muerto en las últimas semanas. Había pensado poner varias cosas pero siempre me retractaba ya que me dí cuenta que simplemente sería muy repetitivo o algo de los mismo. Tal vez eso sucede con este blog, tal vez ya se saturó, tal vez ya no se tiene interés en él, en fin, eso suele suceder. O taz vez simplemente hay que renovarlo...
Por otro lado, he estado algo ocupado como algunos de ustedes saben, por cuestiones personales, pero aun así intentaré seguir poniendo algo, aun que ya no sea tan seguido como antes. Así que por eso me decidí a escribir hoy. Esto es una narración anecdótica de ayer y del viernes pasado:
Empezaré con el viernes:
Hubo una reunión en el trabajo y nos invitaron a comer tamales y atole de tamarindo, muy rico por cierto. El detalle de esto es que ya al final cuando casi todos habíamos terminado de comer, una señora que había estado platicando por un rato- y que yo no le había puesto atención afortunadamente- hizo el comentario de que le había dado calor y pues eso es completamente normal desde luego: estando en cuerto cerrado con mucha gente y luego comiendo tamales calientes y atole caliente, sería lo más probable y lógico ¿o no?
Pero esta señora fue muy audaz en lo que ella consideraba la razón: por las calorías. Me explicaré: ella dijo que le había dado calor porque como el tamal y el atole tienen calorías, pues entonces le había dado calor. (calor = caloría) No contenta con eso hizo otra aseveración aun más atrevida: que por eso en México D.F. comían mucho tamal y tomaban atole ¡¡porque allá hace mucho frío!! ¿pueden creerlo? y lo peor de todo no es eso, sino que los demás que la escuchaban simplemente "ahhh pues sí" ¿pueden creerlo? No es que el tamal y el atole sean comidas arraigadas en la cultura prehispánica, no es por tradición. No, no, no, es porque tienen calorías y "hace que no te de frío". Si es así ¿porque los esquimales y animales de los polos no comen tamales? digo, para que no tengan frío ¿no? Ahhh y chequen la nueva definición de caloría: "es lo que tienen los tamales y atole que hace que te de calor", hay que cambiar las definiciones en física, química y biología de la cantidad de calor necesaria para elevar 1gr de agua 1° C.
Ahora la de ayer lunes:
LLegué tranquilamente en la mañana al trabajo y me senté en mi lugar cuando alcanzo a oír un comentario de una chica de un cubículo contiguo comentando sobre el clima, que hacía frío y estaba nublado y efectivamente así era, pero luego otra señora que siempre tiene una opinión para algo aunque no se lo pregunten le dijo: "y así va a estar hoy y mañana (lunes y martes) porque es el solsticio de invierno". Al oír eso sentí como si me hubieran golpeado mentalmente y como que traté de asimilar lo que acababa de oír y luego reaccioné ¿que ch... tiene que ver que esté nublado con el solsticio de invierno? Obviamente es invierno y por lo general hace frío o esta fresco en el hemisferio norte que es en donde habitamos. Recuerdo que el solsticio de invierno es el día donde nos llega menos radiación solar en el año y el día es más corto y la noche más larga, pero no tiene que ver con la nubosidad de ninguna manera. Al menos no directa. Pero esta señora lo afirmó con una seguridad y tono autoritario como cualquier dogma menciona sus aseveraciones. ¡Ah! y en la tarde ¿que creén que pasó? pues que ¡salió el Sol y se vino el calorón! ¿qué significa esto? ¿que no hay solsticio porque no está nublado?
Aquí en estos dos casos como en muchos casos de nuestra vida diaria con diversa gente salta a la vista dos cosas: la ignorancia de los que se habla y la autoridad con la que se afirma o asegura que es cierto. Esto es conocido como Argumento desde la Ignorancia o Argumentum ad Ignorantium, argumento por falta de imaginación o evidencia negativa. Es una falacia lógica en donde se asevera que una premisa es verdadera solo porque no se ha probado que sea falsa, o es falsa porque no hay pruebas de que sea verdadera.
Cosa interesante es que es ambos casos expuestos, sus aseveraciones ya se comprobaron como falsas: sabemos que la caloría es una forma de energía térmica que las quemamos al efectuar un trabajo, que lo tienen muchos alimentos y no solo los tamales, y que éstos se consumen por tradición y su sabor; también sabemos que el hecho de que sea el solsticio de invierno no significa que forzosamente tenga que estar el día nublado, puede estar caluroso, o hacer frío y sin nubes. Así como éstos, hay muchos ejemplos en la vida cotidiana; las diferentes creencias religiosas están plagadas de ellas y en la ciencia también hay, con la diferencia de que quién la afirma está obligado a demostrarlo y si no lo logra, esa premisa será deshechada para dar lugar a otra que sea demostrable.
¡Ah! por cierto, hoy también salió el sol y ¡hace un calorón!... y aun así sigue siendo el solsticio de invierno, que solo para aclarar, empieza hoy.

La salida del armario de los Ateos


Navegando por la red me encontre con este articulo en un blog hermano (Blog de Antonio Castro) y me parecio buena idea compartirlo (todos los creditos a sus creadores).
Yo creo que el hecho de que algunos ateos estén promoviendo frases en autobuses, y de que el Papa actual Benedicto XVI muestre sus intenciones retrógradas, así como la deriva ultraconservadora de las jerarquías eclesiásticas en España, han marcado una fuerte tendencia en la cual hay sin duda mucho camino por recorrer, pero por algo se empieza.

"La religiosidad está descendiendo en España. Los datos de confesión religiosa del Publiscopio obtenidos de grandes muestras realizadas en la misma época del año y con la misma pregunta así lo prueban."
Por desgracia el racionalismo continúa sin salir del pozo de la ignorancia, porque el mismo estudio afirma que hay un aumento de las supersticiones paganas tales como la astrología, curanderismo, mancias, etc. Con independencia de que alguna tenga algo de cierto, me parece que es empecinarse en los mismos errores que conceden credibilidad a la religión.
Por esta razón yo creo que el verdadero caballo de batalla es el de la educación científica. Mientras la educación en materia científica sea deficitaria la gente no usará los criterios de veracidad correctos. La ciencia es objetivable y eso es lo que la hace avanzar. Algunos científicos como Darwin, Pasteur, o Einstein enunciaron teorías que desafiaban la lógica de su tiempo, pero muchos de sus iniciales detractores que pasaron a repetir los experimentos con intención de desenmascarar las falacias del científico cuestionado, se convirtieron en sus más firmes defensores cuando pudieron comprobar con sus propios ojos la veracidad todo aquello que parecía absurdo.

La ciencia ha aprendido a ser cauta en sus afirmaciones, y el pensamiento científico ha permitido construir el conocimiento sobre la base consolidada de los conocimientos anteriores.
Los criterios de veracidad para alguien que no tiene formación científica suelen basarse en la popularidad de las ideas. Si mucha gente cree algo seguramente será verdad. Un principio de veracidad extraordinariamente falible y nefasto. Solo una correcta educación puede permitir a las personas a valorar la verdad objetivable, no como única verdad, sino como la única verdad fiable que nos hace avanzar y aquella con la cual merece la pena trabajar. Hay otras verdades que aún no han sido constatadas de forma rigurosa, y en el terreno de lo no observable, o no constatable, es mejor evitar construir grandes castillos en el aire con la esperanza de que se hagan realidad.
El criterio de veracidad más fiable es el criterio de correspondencia o de adecuación. Este afirma que una proposición es verdadera si se corresponde con los hechos o se adecúa a ellos.
Es normal que la religión y la ciencia ya no se lleven bien como lo hacían en sus comienzos, cuando la ciencia no tenía capacidad de adentrarse en nada mínimamente trascendental. Una vez que la ciencia empezó a esclarecer detalles cosmológicos, o de la biología se convirtió en enemiga de los textos sagrados porque a diferencia de estos la ciencia es objetivable, y se adecúa a los hechos.
De poco sirve que a cada pega racional relativa al extraño comportamiento divino se nos diga Dios no funciona así. Pondré un ejemplo:
A mí me interesan los hechos y por ello me pregunto
¿Tiene sentido que un Dios todo poderos permita caer un rayo en su propia casa?
Iglesia Prior localidad leonesa. (Abril-2006).
http://www.lavozdegalicia.es/galicia/2007/09/18/0003_6150053.htm
Martes, 3 de Julio del 2007, Rayo acaba con joya arquitectónica. en Santa Catarina, San Luis Potosí (México)
http://redinvestigareligionmexico.blogspot.com/2007/07/rayo-acaba-con-joya-arquitectnica-en.html
(Julio de 2008) Un rayó cayó sobre el campanario de la iglesia de San Andrés de la pequeña localidad de Quintanas Rubias de Arriba. En la provincia de Soria (España)
http://www.sanesteban.com/noticias/noticia.php?id=1912
Un rayo cayó sobre una iglesia y tumbó la cabeza de Jesús. 17 de agosto 2008. En Punto Fijo, estado Falcón (Ecuador)
http://www.aporrea.org/actualidad/n118984.html
Rayo destruye dos cruces de gran tamaño en iglesia de Cuzco (Lima, 30 oct-2006)
http://noticias.terra.com/articulo/html/act632841.htm
Un Rayo destroza la cúpula de piedra en la iglesia Virgen Cristal de Celanova (Orense)
http://actualidad.terra.es/articulo/html/av2826373.htm
Rayo causa incendio y destruye parte de una iglesia del siglo XVI en México(Jul-2007)
La realidad nos dice que a efectos de protección de un edificio, un simple pararrayos es más eficaz que su consagración como templo. Habría que preguntar igualmente a las compañías de seguros que nivel estimado de protección tiene un creyente frente a un ateo. Siempre hay respuestas a este tipo de situaciones que deberían hacer reflexionar a los creyentes. La frase más utilizada ante estas eventualidades es la de “los caminos de Dios son inescrutables” que podría expresarse de otra forma. “Ni puta idea de como funciona Dios en realidad, porque ni si quiera existe constancia de que funcione”.

No solo Dios no funciona es que tampoco hay constancia de que exista (condición imprescindible para que funcione).
Saludos a todos.

viernes, 4 de diciembre de 2009

La carga del escepticismo

Por Carl Sagan

Este artículo fue publicado inicialmente en la revista Skeptical Inquirer, vol. 12 otoño de 1987.
Traducción al español por Gabriel Rodríguez Alberich


¿Qué es el escepticismo? No es nada esotérico. Nos lo encontramos a diario. Cuando compramos un coche usado, si tenemos el mínimo de sensatez, emplearemos algunas habilidades escépticas residuales (las que nos haya dejado nuestra educación). Podrías decir: "Este tipo es de apariencia honesta. Aceptaré lo que me ofrezca." O podrías decir: "Bueno, he oído que de vez en cuando hay pequeños engaños relacionados con la venta de coches usados, quizá involuntarios por parte del vendedor", y luego hacer algo. Le das unas pataditas a los neumáticos, abres las puertas, miras debajo del capó. (Podrías valorar cómo anda el coche aunque no supieses lo que se supone que tendría que haber debajo del capó, o podrías traerte a un amigo aficionado a la mecánica.) Sabes que se requiere algo de escepticismo, y comprendes por qué. Es desagradable que tengas que estar en desacuerdo con el vendedor de coches usados, o que tengas que hacerle algunas preguntas a las que es reacio a contestar.

Hay al menos un pequeño grado de confrontación personal relacionado con la compra de un coche usado y nadie afirma que sea especialmente agradable. Pero existe un buen motivo para ello, porque si no empleas un mínimo de escepticismo, si posees una credulidad absolutamente destrabada, probablemente tendrás que pagar un precio tarde o temprano. Entonces desearás haber hecho una pequeña inversión de escepticismo con anterioridad.

Ahora bien, esto no es algo en lo que tengas que emplear cuatro años de carrera para comprenderlo. Todo el mundo lo comprende. El problema es que los coches usados son una cosa, y los anuncios de televisión y los discursos de presidentes y líderes políticos son otra. Somos escépticos en algunas cosas, pero, desafortunadamente, no en otras.

Por ejemplo, hay un tipo de anuncio de aspirina que revela que el producto de la competencia sólo tiene una cierta cantidad del ingrediente analgésico que los médicos recomiendan (no te dicen cuál es el misterioso ingrediente), mientras que su producto tiene una cantidad dramáticamente superior (de 1,2 a 2 veces más por cada pastilla). Por tanto deberías comprar su producto. Pero ¿por qué no simplemente tomar dos pastillas de la competencia? Nadie te ha dicho que preguntes. No apliques escepticismo en este asunto. No pienses. Compra.

Las afirmaciones de los anuncios comerciales constituyen pequeños engaños. Nos hacen gastar algo más de dinero, o nos inducen a comprar un producto algo inferior. No es tan terrible. Pero considera esto: Tengo aquí el programa de este año de la Expo Whole Life de San Francisco. Veinte mil personas asistieron a la del año pasado. He aquí algunas de las presentaciones: "Tratamientos Alternativos para Enfermos de SIDA: reconstruirá las defensas naturales y prevendrá crisis del sistema inmunitario-aprende sobre los últimos avances que los medios han ignorado por completo." Me parece que esa presentación podría causar graves daños. "Cómo las Proteínas Sanguíneas Atrapadas Producen Dolor y Sufrimiento." "Cristales: ¿Son Talismanes o Piedras?" (Yo tengo mi propia opinión) Dice: "Al igual que un cristal enfoca ondas de sonido y luz para la radio y la televisión" las radios de galena tienen bastante tiempo- "también podría amplificar las vibraciones espirituales del hombre desintonizado." Apuesto a que muy pocos de vosotros estáis desintonizados. O esta otra: "El Retorno de la Diosa, Ritual de Presentación." Otra: "Sincronicidad, la Experiencia de Reconocimiento." Esa la da el "Hermano Charles". O, en la siguiente página: "Tú, Saint-Germain, y Cómo Curarse Mediante la Llama Violeta." Sigue y sigue, con montones de anuncios acerca de las oportunidades (que van desde lo dudoso a lo espurio) disponibles en la Expo Whole Life.

Si tuvieras que bajar a la Tierra en cualquier momento del dominio humano, te encontrarías con un conjunto de sistemas de creencia populares, más o menos similares. Cambian, a veces rápidamente, a veces en una escala de varios años: pero, a veces, sistemas de creencia de este tipo duran muchos miles de años. Al menos unos cuantos están siempre presentes. Creo que es razonable preguntarse por qué. Somos Homo Sapiens. Ésa es nuestra característica diferenciadora, eso de sapiens. Se supone que somos listos. Entonces ¿por qué nos rodea siempre todo ese tema? Bueno, por una parte, muchos de esos sistemas de creencia tratan necesidades humanas reales que no se presentan en nuestra sociedad. Existen necesidades médicas insatisfechas, necesidades espirituales, y necesidades de comunicación con el resto de la comunidad humana. Puede que haya más de esos defectos en nuestra sociedad que en muchas otras de la historia de la humanidad. Por tanto, es razonable para la gente probar y hurgar en varios sistemas de creencia, para ver si ayudan en algo.

Por ejemplo, tomemos una manía de moda: la canalización. Tiene como premisa fundamental, al igual que el espiritualismo, que, cuando morimos, no desaparecemos exactamente, sino que una parte de nosotros continúa. Esa parte, dicen, puede retomar el cuerpo de un humano u otras criaturas en el futuro, y por tanto, personalmente, la muerte pierde mucha amargura para nosotros. Y lo que es más, tenemos una oportunidad, si los argumentos de la canalización son ciertos, de contactar con seres queridos que han muerto.

Hablando personalmente, yo estaría encantado de que la reencarnación fuese cierta. Perdí a mis dos padres en los últimos años, y me encantaría tener una pequeña conversación con ellos, para decirles cómo están los niños y asegurarme de que todo va bien dondequiera que estén. Eso toca algo muy profundo. Pero, al mismo tiempo, y precisamente por esa razón, sé que hay gente que intenta beneficiarse de las vulnerabilidades de los afligidos. Mejor que los espiritualistas y los canalizadores tengan un argumento convincente.

O tomemos la idea de que, pensando mucho sobre formaciones geológicas, podemos decir dónde hay depósitos de mineral o petróleo. Uri Geller afirma eso. Ahora bien, si eres un ejecutivo de una compañía de exploración de mineral o petróleo, tus garbanzos dependen de que encuentres los minerales o el petróleo: por tanto, gastar cantidades triviales de dinero, comparadas con lo que te gastas a menudo en exploración geológica, en este caso para encontrar físicamente los depósitos, no suena tan mal. Podrías caer en la tentación.

O tomemos a los OVNIs, el argumento de que nos están visitando continuamente seres de otros mundos en naves espaciales. Encuentro esto muy emocionante. Al menos es una ruptura con lo ordinario. He empleado una buena cantidad de tiempo en mi vida científica trabajando en el tema de la búsqueda de inteligencia extraterrestre. Piensa cuánto esfuerzo podría ahorrarme si esos tipos están visitándonos. Pero cuando podemos reconocer alguna vulnerabilidad emocional relacionada con una pretensión, es cuando tenemos que hacer los esfuerzos más firmes de escrutinio escéptico. En esa situación es cuando pueden aprovecharse de nosotros.
El escrito es extenso, así que solo puse la primera parte, si lo desean ver completo ésta es la dirección:

Cardenal Lozano: “Los gays no van al cielo”

El cardenal mexicano y ex ministro vaticano de Salud, Javier Lozano Barragán, ha afirmado que los transexuales y los homosexuales jamás entrarán en el Reino de los Cielos, porque “todo lo que va contra la naturaleza ofende a Dios”


El Universal
Jueves 03 de diciembre de 2009
ROMA.—

El cardenal mexicano y ex ministro vaticano de Salud, Javier Lozano Barragán, ha afirmado que los transexuales y los homosexuales jamás entrarán en el Reino de los Cielos, porque “todo lo que va contra la naturaleza ofende a Dios”.


Así lo declaró ayer Barragán al portal italiano Pontifex.Roma, y precisó: “esto no lo digo yo, sino San Pablo”.


De acuerdo con el sacerdote mexicano, de 76 años, “no se nace homosexual, sino que se vuelve la persona, por motivos de educación, por no haber desarrollado la propia identidad durante la etapa de la adolescencia”.


“Tal vez no son culpables, pero actuando contra la dignidad del cuerpo, por supuesto que no entrarán en el Reino de los Cielos. Todo aquello que consiste en ir contra la naturaleza y contra la dignidad del cuerpo ofende a Dios”, afirmó el cardenal mexicano.


Las reacciones

Las palabras condenatorias de Javier Lozano Barragán fueron criticadas por el colectivo homosexual italiano Arcigay, cuyo presidente, Aurelio Mancuso, dijo que la jerarquía vaticana “vuelve a golpear la dignidad de los gays, lesbianas y transexuales, mientras en Italia se extiende la violencia contra estos colectivos y se ponen en marcha campañas mediáticas contra ellos”.
Lozano Barragán también dio su opinión sobre la “píldora abortiva”, cuyo uso calificó de “asesinato”.


“Una pastilla que tiene efectos abortivos es un asesinato. La supresión de una vida humana es un crimen, un delito y eso merece un castigo”, manifestó.


El cardenal mexicano agregó que la vida humana es “sagrada e inviolable” y nadie puede manipular “a su antojo” un don de Dios.

martes, 1 de diciembre de 2009

¿Fin del Estado laico?

Octavio Rodríguez Araujo

Aceptando, sin conceder, que Dios existe, ahora se vale de diputados para inspirarlos y controlarlos, según lo dicho por el coordinador de la Asociación Ministerial Evangélica de Veracruz para que votaran en contra del aborto. El Dios de los católicos, que tal vez sea el mismo de los evangélicos, no sólo está en contra del aborto, sino que, por medio de uno de sus voceros, en este caso de la arquidiócesis de Jalapa, ha opinado que las penas a las mujeres que aborten son insuficientes y ligeras y que, además de hacerlas más pesadas, deberán extenderse a la pareja de la acusada y al médico o partera que participen en esa práctica contra la vida (La Jornada, 23/11/09).
Gracias a tales inspiraciones y controles divinos (quiero suponer) es que 17 congresos locales han dictado leyes que penalizan el aborto convirtiendo a las mujeres que lo practican (y a quienes las ayudan) en delincuentes. Los voceros de ese Dios inmisericorde con las mujeres que por diversas razones no quieren un hijo han convertido su debilidad religiosa, demostrada al no conformarse con el castigo divino que está presente en sus postulados (excomunión), al recurrir al castigo terrenal de las leyes y las prisiones que los seres humanos del poder han construido para castigar a sus semejantes por delitos que previamente inventaron como tales (por inspiración divina o sin ella). Y, para compensar dicha debilidad, han fantaseado que la bondad de Dios es tal que ahora dicta las decisiones de diputados priístas y panistas, y de algunos perredistas, petistas y convergentes en contra del aborto, es decir, para salvar vidas o, en su léxico, almas.
Con semejantes argumentos los catoliquísimos reyes de España expulsaron a los judíos a partir de marzo de 1492 y se argumentó que Dios, el de los católicos entonces, así lo quería precisamente para salvar a los judíos y al resto de los infieles pues se les daba la oportunidad de convertirse al catolicismo como fórmula no sólo para salvar sus vidas y sus bienes sino sus almas. Fueron años de intolerancia, repetidos muchas veces y en diversos países a lo largo de los cinco siglos desde entonces. Y esa intolerancia ha sido el fruto de creer que quien dicta lo justo, lo conveniente y los valores de la sociedad tiene la verdad, inspirada por su Dios, normalmente único y verdadero como en todas las grandes religiones. Los dogmáticos, de cualquier religión o creencia, están convencidos de que al decidir qué es justo y correcto también pueden decidir lo contrario: lo injusto y lo incorrecto. Si lo justo es castigar a quien comete pecado, según su marco de valores, injusto será no castigar o hacerlo con ligereza. Por lo tanto, penas a las mujeres que aborten, y si son más severas, mejor. Pero deberán ser penas terrenales no religiosas, como las que se ejercieron en la inquisición que siempre actuó en nombre de su Dios, primero contra los judíos y los infieles (musulmanes, entre otros), luego contra los protestantes en Francia o contra los católicos en la Inglaterra protestante, y así hasta el presente en las combinaciones que se les ocurra a los fundamentalistas de cualquier signo; y a los racistas también.
Intolerancia es la palabra clave. Y la mayor de las intolerancias está basada, siempre, en creencias (dogmas o actos de fe) y no en las ciencias que buscan la verdad pero nunca hacen de sus hallazgos una verdad absoluta y totalmente comprobada. Por esto la ciencia no es compatible con el dogma y, por lo mismo, muchos científicos creyentes o religiosos tratan de encontrar en aquélla justificaciones para sus dogmas previamente asumidos. Uno de estos dogmas, que la ciencia moderna relativiza en todos los casos, es que la vida humana se da desde que un espermatozoide fecunda un óvulo creando un nuevo ser. Desprenderlo de la madre será, para ellos, un asesinato igual o equivalente a pegarle un tiro en la cabeza a mi vecino. El secreto en este razonamiento es la palabra humano, que para algunos católicos de la primera mitad del siglo XVI no era cualidad ni atributo de los indios de América, ni antes ni después de nacer.
Para los cristianos, principalmente católicos y evangélicos, un feto de menos de 12 semanas en el vientre de la madre es ya un ser humano, por lo que abortarlo es asesinarlo, independientemente del de-sarrollo de su cerebro, de su origen (violación, por ejemplo) y de su destino por razones biológicas, sociales y económicas. Si la madre está en riesgo por continuar su embarazo, no es problema para los religiosos, pues su respuesta será siempre que ésa será la voluntad de Dios, pero no lo es que un médico salve a la madre al provocarle un aborto con todas las de la ley y la higiene de un quirófano propiamente dicho.
Una legislación inteligente y no inspirada por Dios (en realidad por quienes se dicen sus voceros o representantes en la Tierra) sería que en los hospitales los médicos no creyentes pudieran practicar abortos y los otros no si su conciencia(en realidad creencia) no se los permite. Cada mujer y su pareja (si la tiene) escogerían a quién acudir. Esto sí es humano, puesto que una de las diferencias entre el humano y quien no lo es, es el libre albedrío, la capacidad de razonar sus decisiones y de tomarlas según le convenga.
Una de dos: o los diputados, incluso algunos que se dicen de izquierda, se han vuelto religiosos o quieren quedar bien con las iglesias, en este caso cristianas, para negociar con ellas su apoyo en las próximas elecciones. Sea cual sea la motivación de los legisladores que penalizan el aborto, el hecho es que los valores laicos que caracterizaban a los políticos mexicanos han sido abandonados. Y si quienes dictan las leyes están asumiendo valores dependientes de organizaciones y confesiones religiosas (lo contrario de lo laico), es válido pensar que en un futuro próximo, sobre todo con el PAN y el PRI, tendremos un Estado no laico y sin separación de éste de lo religioso.
¿Vamos hacia un Estado católico? ¿Norberto Rivera como secretario de Gobernación o presidente de la Suprema Corte de Justicia? Dios nos libre, pero no falta mucho, ya casi, y de ahí a la reinvención de la Santa Inquisición sólo faltará un paso.