La nueva reforma legal también prevé cambios con respecto a los procesos por abusos sexuales contra menores de parte de clérigos, entre otros la ampliación de 10 a 20 años el límite de prescripción de ejercicio penal.
Ciudad del Vaticano
Jueves 08 de julio de 2010 Notimex
El Universal
El Vaticano perseguirá como delito del fuero eclesiástico la ordenación sacerdotal de mujeres, cuya pena podría llegar a la excomunión, gracias a una serie de reformas legales que publicará en los próximos días.
Las reformas también ampliarán de 10 a 20 años el límite de prescripción de ejercicio penal contra los clérigos que resulten responsables de abuso sexual contra menores de edad.
En el primer caso y a partir de esos cambios, quienes ordenen como sacerdotes a mujeres podrán ser enjuiciados por los tribunales de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) , señalaron fuentes de la Sede Apostólica.
La medida será posible gracias a la actualización del decreto papal (motu proprio) 'Sacramentorum Sanctitatis Tutela', firmado en 2001 por el Papa Juan Pablo II, y que hasta ahora sólo castigaba los 'graviora delicta', o delitos más graves para la autoridad eclesial.
Ese documento consideraba tres tipos de acciones ilegales: la absolución de cómplice, es decir cuando un sacerdote confiesa a una persona con la cual cometió un pecado; el atentado contra la eucaristía y el abuso sexual a menores.
Con las modificaciones, aprobadas por Benedicto XVI, ese decreto ya no aplicará únicamente para los 'graviora delicta' sino que extenderá su ámbito normativo para incluir todos los delitos competencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Además de la ordenación sacerdotal de mujeres, se introducirán otros actos ilegales considerados como 'delitos contra la fe': la herejía, el cisma y la apostasía.
La reforma prevé también algunos cambios con respecto a los procesos por abusos sexuales contra menores de parte de clérigos, entre otros la ampliación de 10 a 20 años el límite de prescripción de ejercicio penal contra los responsables de esos crímenes.
A partir de ahora la posesión y distribución de material pornográfico infantil será calificada como una 'ofensa grave' mientras en los casos donde el acusado en fuero canónico sea ya culpable en el ámbito civil, se fija la posibilidad de dictar sentencia sin mediar juicio.
El 29 de mayo de 2008 El Vaticano difundió un decreto mediante el cual estableció la pena de excomunión 'latae sententiae' a quien otorgue el orden sagrado a mujeres, tanto para el obispo ordenante como para la 'sacerdotisa'.
El mismo fue firmado por el prefecto para la Doctrina de la Fe, William Joseph Levada y aún mantiene su validez para todos los ritos cristianos que se encuentran en comunión con Roma.
Latae sententiae significa 'automáticamente', es una premisa reservada sólo al Papa y quien recibe la pena bajo este criterio no necesita que una autoridad religiosa haga público que está excomulgado, simplemente lo está.
De hecho la CDF ya recibía y atendía los casos de otorgamiento del orden sagrado a las mujeres pero, a partir de las nuevas disposiciones, lo podrá hacer amparada por una legislación explícita.
Entre otras cosas podrá declarar las excomuniones.
Las fuentes consultadas revelaron que, en los últimos años, se han registrado diversos casos de ordenaciones femeninas al interior de la Iglesia católica, sobre todo en el seno de movimientos laicales, congregaciones religiosas o grupos con 'nuevas tendencias' pastorales.
Por ejemplo en 2002, siete católicas -alemanas, austriacas y estadounidenses- fueron ordenadas sacerdotisas en una comunidad fundada en 1975 en Buenos Aires, Argentina, por el ex cura católico Rómulo Antonio Braschi.
Estas reformas legales serán anunciadas en los próximos días por El Vaticano que dará a conocer, entre otros textos, una nueva versión en italiano del decreto 'Sacramentorum Sanctitatis Tutela'.
También un decreto simple que anunciará los nuevas medidas (debería estar firmado por el prefecto William Levada) , una nota explicativa y una nota histórica. Todo será incluido en la edición correspondiente de L'Osservatore Romano.
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